Toyota ha sido una de las compañías que más tardó en llegar al sector automovilístico eléctrico, por lo tanto, necesitaba una estrategia para avanzar un par de años frente a sus rivales. Por ahora no habían hecho propuestas tan interesantes, hasta que sonó la idea del electrolito sólido, el futuro de las baterías.
El electrolito de sodio es conocido como un conductor iónico rápido y como la generación de las baterías eléctricas de celdas que se están fabricando en la actualidad. Los problemas que teníamos con las baterías eran el reciclaje y el espacio en los automóviles eléctricos, pero será repotenciado.
Esta propuesta del electrolito sólido fue presentada en el Salón de Tokio 2017, donde Didier Leroy (vicepresidente de Toyota), también anuncio el futuro y las grandes expectativas que tenía Toyota para los próximos años. Por ahora ha sido una de las mejores propuestas para el recambio y nueva generación de las baterías.
La idea de Toyota es poder producir las baterías de electrolito sólido para el año 2020, cuando en realidad la mayoría de los fabricantes esperaban la llegada de este mineral en grandes cantidades hasta el año 2022. Aunque con la llegada del electrolito sólido se reforzarán grandes características de las baterías utilizadas en los automóviles eléctricos, entre ellos se encuentra la carga rápida, el espacio reducido y también el tiempo de vida útil que tendrá la batería, ya que por ese mismo problema el mercado del reciclaje de baterías se ha abierto desde una propuesta de China.
Según los 200 ingenieros que tiene Toyota al mando de este proyecto, el electrolito sólido podría hasta triplicar la densidad energética de la batería, aun así, no comprometería el tamaño ni el peso de la batería. Es decir, tendremos baterías más potentes para el mismo tamaño convencional de las que se usan actualmente.
El uso de estas baterías de electrolito sólido será la aplicación a automóviles eléctricos que no tienen tanto espacio, pero que van a aumentar su autonomía aun con baterías más pequeñas. También habla de poder recuperar más de 300 KM de autonomía en menos de 15 minutos de carga.
Si Toyota logra esta hazaña realmente será recompensado por su trabajo, ya que esta producción en masa en el año 2020 le daría contratos de asociaciones con otras compañías que quisieran ahorrarse un par de años para poder aplicar este material en sus baterías, así que toca esperar por Toyota.
