Cuando se avecinan las temporadas más frías del año tu mayor temor es cuánto aumentará la factura de gas ¿verdad?. Pero espera ¿Sabías que hay muchas formas en que puedes ahorrar gas?
10 consejos para ahorrar gas sin morir de frío
Tan solo en España localidades como Molida de Aragón, Calamocha en Teruel y Albacete son punto focal del clima gélido. En estas regiones la temperatura puede llegar a los -11°C o más. Lamentablemente tras la temporada invernal llegan las cuentas ¿Quieres prepararte mejor este año para ahorrar gas sin congelarte?
Según datos de la IDAE la mitad del consumo energético de un hogar proviene de la calefacción. Esta cifra va seguida de cerca por el uso de agua caliente sanitaria. El aumento en las tarifas en los meses más helados es normal. Sin embargo, hay muchas formas de ahorrar gas sin que tengas que sacrificar demasiado tu confort.
1. Buen aislamiento de la vivienda
La primera línea de defensa para ahorrar gas durante las heladas es un buen aislamiento. Tales sistemas deben sellar especialmente puertas y ventanas. Igualmente debes asegurarte de cerrar cualquier recoveco que quede expuesto.
Quizás no te parezca un gasto tan significativo en calefacción. Sin embargo, entre fisura y fisura se generan pérdidas de calor que elevan los costes. Al impedir que el frío ingrese el radiador no deberá trabajar tanto.
2. Controla el termostato
¿Cuantos grados bajo cero llega la temperatura fuera en el peor día? Entonces si en tu localidad el frío no es tan extremo considera bajarlo al termostato. Tener un termostato en casa te permite graduar el calor hasta unos cómodos 21°. Claro, no podrás estar con manga corta dentro, pero será suficiente.
Piénsalo, se estima que por cada grado de temperatura que subas tendrás 35 euros más en tu factura. Sobre los 23° es una temperatura por más innecesaria. Más bien procura usar ropa abrigadora como remeras, medias o hasta guantes si lo crees necesario. En la noche si se está bien abrigado incluso se puede apagar el radiador.
3. Aprovecha el calor natural
“El sol siempre sale para todos”, una frase que aún es cierta en muchos países con climas invernales. Entonces, si tu casa está bien orientada, corre cortinas y deja que caliente el sol. Si el interior de la vivienda mantiene temperaturas más altas, no tendrás que poner la calefacción al máximo.
4. Purga los radiadores
Con ayuda de los profesionales puedes purgar los radiadores con suficiente antelación. Hacerlo permite que rindan al máximo y verás los buenos resultados al comparar las facturas. Por otro lado, si ya le has dado mantenimiento, recuerda que no es recomendable cercarlos de objetos.
Es decir, colocar ropa o muebles cerca o encima con el propósito que, según “sequen pronto”. Esto solo incrementa el consumo de energía y vaya que te arrepentirás cuando llegue la factura. Si lo estimas conveniente, puedes apagarlos en ciertos momentos del día.
5. No dejes escapar el calor
¿Te gusta ventilar la casa? Esto no tiene nada de malo. Sin embargo, si vas a abrir puertas y ventanas no olvides apagar la calefacción antes. De lo contrario el calor que se ha concentrado se perderá en minutos. Esto mismo se aplica cuando cocinamos en el horno, mientras menos se abra la puerta mejor. Se cocinará más aprisa y podrás ahorrar gas.
6. Usa agua a la temperatura correcta
Fregar los trastes o lavarse las manos haciendo tanto frío no es una experiencia nada agradable. Aun así, estas tareas se pueden hacer sin necesidad de usar agua caliente. Lo mismo sucede cuando nos duchamos. Generalmente, con que el agua se encuentre en la 45 ° basta. Cuidado con dejar el calentador encendido, podrías malgastar en agua sin notarlo.
Hablando del agua, ten presente cerrar bien los grifos. Crea conciencia en tu familia desde el más pequeño para evitar botes y goteras. Otro buen tip es usar agua fría en los ciclos de lavado. A menos que la ropa esté muy sucia, el agua caliente no es un recurso imprescindible en la lavadora.
7. Menos tiempo en la ducha
Todos sabemos lo delicioso que es pasar un buen rato bajo la ducha calientita. Claro que, si se quiere economizar hay que cambiar la mentalidad. Si reduces tu tiempo bajo el agua seguro abaratas los costes. Más aún si toda la familia sigue el mismo patrón. Por supuesto, seguir el clásico consejo de cerrar la llave mientras nos enjabonamos ayuda.
8. Prescinde de algunas habitaciones
Sea el cuarto de huéspedes o ese segundo baño de más. Es recomendable cerrar aquellas habitaciones que no uses. Incluso puedes cubrir las rendijas alrededor del marco de la puerta. Mientras menos espacio deba calentarse menos euros a fin de mes.
9. Vigila tu cocina
Apagar la hornalla unos cuantos segundos antes de terminar la comida también ayuda a ahorrar gas. Si la preparación tenía suficiente llama, se terminará la cocción con el calor residual. Además, al preparar alimentos es recomendable usar una medida de agua justa.
Si junto a ello le colocas una tapa, la cocción será más rápida. Recuerda también usar ollas del tamaño justo. Por otro lado, procura que los quemadores de la cocina estén lo más limpios posibles. Si no hay obstrucciones notables, las hornallas trabajarás con una mejor combustión.
10. Programa la calefacción
Dejar la calefacción encendida si no estás en casa es un verdadero desperdicio. No solo sufrirá tu presupuesto, sino que perjudicas el medio ambiente. Con algo tan simple como programarla para encender una hora antes de llegar basta.
Otros trucos extra para ahorrar gas
- Verifica con un técnico que las conexiones estén en buen estado semanas antes del invierno.
- Revisa la caldera al menos cada 5 años.
- Busca calderas más eficientes energéticamente.
- Coloca las fuentes de calor en lugares estratégicos.
Así es que, para ahorrar gas y mejorar la economía familiar no se necesita mucho. Unos cuantos cambios en la rutina bastan para bajar el coste de los servicios. Por supuesto, siempre ayuda tomar las previsiones necesarias antes de que llegue el cambio de estación. Esta vez estamos seguros que el frío no te tomará por sorpresa usando estas estrategias.
